viernes, 6 de noviembre de 2009

INFECCIONES URINARIAS DURANTE EL EMBARAZO



Las infecciones urinarias son más frecuentes en las mujeres que en los hombres, y esta tendencia se acentúa durante el embarazo por el aumento de las hormonas o el peso que ejerce el útero sobre la vejiga. Para controlar la aparición de estas infecciones se hacen análisis de orina en todas las revisiones ginecológicas, ya que este tipo de enfermedad puede ocasionar partos prematuros

Tipo de infecciones urinarias

La infección del tracto urinario es una infección causada por bacterias que se presenta en la vejiga, los riñones y en la uretra. Las más frecuentes son:

1- Bacteriuria Asintomática

Se trata de unas bacterias que se presentan en la orina pero que no tienen síntomas, por lo que se descubren y diagnostican con las pruebas pertinentes, ya que la mujer no es consciente de la infección. Esta bacteriuria asintomática no tratada desarrolla cistitis sintomática en el 30% de los casos, que puede desarrollar pielonefritis en el 50%.

Esta infección puede dar lugar a un retardo del crecimiento intrauterino y recién nacidos con bajo peso al nacer, anemia, eclampsia e infección del líquido amniótico.

2- Cistitis

Es una infección de la vejiga que hace que se vaya constantemente al baño y que al hacerlo produzca escozor, dolor leve e incluso escalofríos. También es posible que aparezca algo de sangre, aunque no es frecuente.

3- Infección de riñón

Es la más peligrosa de las infecciones urinarias. Se conoce con el nombre de Pielonefritis y hace que la gestante se sienta verdaderamente enferma. Además de esas incómodas visitas al baño y el escozor que produce orinar en el caso de la cistitis, la infección del riñón se presenta con escalofríos, fiebre, dolor en la parte inferior de la espalda, vómitos, etc.


¿Por qué las mujeres tienen más infecciones urinarias?

Las infecciones urinarias, en general, son más frecuentes en las mujeres que en los hombres. Hasta un 20 % de las mujeres ha presentado alguna vez una infección urinaria a lo largo de su vida. Además, las infecciones urinarias femeninas suelen ser recidivantes (se repiten). Esta tendencia tiene varias explicaciones:

• La uretra femenina es mucho más corta que la del varón.

• Está próxima a la vagina, que puede estar colonizada por varios gérmenes.

• Está próxima al ano, con su contenido séptico.

• Se incrementa la susceptibilidad en determinadas condiciones como la diabetes, prolapsos (salida de algún órgano como la vejiga hacia el exterior del cuerpo), embarazos, cicatrices de partos, incontinencia urinaria, etc.


Causas de las infecciones durante el embarazo

Entre el 2 y el 4 por ciento de las embarazadas desarrollarán una infección urinaria. Los médicos suponen que la causa de esto se encuentra en los cambios hormonales y de la posición anatómica del tracto urinario durante el embarazo, que facilitan que las bacterias viajen a través de los uréteres hacia los riñones. Por esta razón se recomienda hacer análisis periódicos de orina durante el embarazo.

• Los riñones aumentan de tamaño por el aumento del flujo sanguíneo que deben filtrar y por lo tanto aumenta la longitud renal.

• La vejiga es desplazada de su sitio habitual por el crecimiento del feto.

• El aumento de la hormona progesterona produce relajación de la musculatura de la vejiga y de los uréteres, lo que lentifica el flujo de la orina.

• El útero comprime los uréteres, especialmente el del lado derecho, acumulándose en los uréteres hasta 200 ml de orina. Este estancamiento urinario favorece la aparición de las bacterias.

• El pH de la orina cambia y se hace más alcalino.


Síntomas de una infección urinaria

No todas las embarazadas tienen síntomas, pero la mayoría tiene algunos de estos:

• Dolor o sensación de ardor al orinar

• Necesidad de orinar frecuentemente

• Después de orinar, se continúa con el deseo de orinar un poco más

• Sangre o moco en la orina

• Dolor o contracciones en la parte baja del vientre

• Dolor durante el acto sexual

• Escalofríos, fiebre, sudoración profusa, incontinencia

• Cambio en la cantidad de orina, ya sea a más o a menos

• La orina tiene un aspecto turbio, huele mal o el olor es muy concentrado

• Dolor, sensación de presión o sensibilidad extrema en la zona de la vejiga

• Cuando la bacteria se disemina a los riñones, se puede tener dolor en la parte baja de la espalda, escalofríos, fiebre, náusea y vómito.

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