viernes, 18 de diciembre de 2009

¿CÓMO CAMBIARÁ MI VIDA CON EL EMBARAZO?



La decisión de ser padre es una de las cosas más importantes en la vida de una persona. Cualquiera que sea la edad del padre o su estado civil, seguramente afectará su vida en múltiples aspectos. Particularmente la relación con la pareja se profundiza y se creará un lazo muy fuerte por muchos años, incluso en los casos en que la pareja ya no exista.

Entrar en la "paternidad", puede ser un período muy optimista en tu vida, ofreciendo nuevos desafíos sociales, emocionales y financieros. También pueden surgir otros problemas y dificultades que resolver, pero la felicidad de ser padre por primera vez será una de las experiencias más enriquecedoras de toda tu vida.
¿Cómo me sentiré durante el embarazo?

En general todos los padres atraviesan las mismas experiencias durante el embarazo. A continuación te explicamos cuáles pueden ser tus emociones en esta etapa tan maravillosa.

• La noticia del embarazo
La paternidad lleva las emociones a sus niveles más profundos. Si ya estaban buscando un embarazo, cuando escuches la primera noticia de que tu pareja está embarazada sentirás seguramente placer, confianza y orgullo tanto como padre como también como hombre y siempre buscarás para tu futuro proyectos que estén relacionados con tu p• Los primeros meses del embarazo
Durante los primeros meses de la gestación la realidad física del bebé será mucho más palpable en tu pareja. Te tomará seguramente un tiempo incorporar a tu hijo a tu realidad actual. Cuando la situación se hace consciente, a veces puede ser un shock y puedes sentir que ahora "sí" habrá cambios en tu vida. Puedes estar orgulloso y encantado, pero también es cierto que muchas veces se puede sentir miedo ante estos nuevos desafíos.

• La sensación de abandono
Algunas veces esta transición hacia la paternidad puede ser dificultosa y se asocia con tendencia a la depresión, o al sentirse un poco abandonado por la pareja. Es frecuente que en estos casos el hombre se aboque con ahínco a su trabajo o a actividades fuera de la casa, para evitar enfrentar las nuevas situaciones. Pocas veces esta alteración emocional es muy severa y debe acudirse a consejeros especiales o terapistas que encuentren la forma de reencauzar la situación.

CONSEJOS PARA DISFRUTAR ESTA NUEVA ETAPA

Muchos hombres a pesar de estar orgullosos y felices con la situación de la paternidad se preguntan como esta nueva etapa afectará su vida. Se debe ser realista y reconocer que una nueva personita en la casa traerá por algunos años una disminución en las posibilidades de movimientos y las decisiones importantes deberán también adaptarse a las necesidades de un niño en la casa. A continuación te damos algunos consejos para disfrutar y aceptar esta nueva etapa.

• Acepta los cambios
El primer paso hacia la paternidad es aceptar que es un tiempo de cambios, en el cual pueden aparecer conflictos e intensas emociones que enfrentar, pero es fundamental comprender que es uno de los escalones más importantes en la vida de una persona.

• Comparte los sentimientos con tu pareja

Compartir abiertamente tus sentimientos y pensamientos con tu pareja. Te dará el coraje necesario y verás que entre ustedes, se creará una nueva y estrecha relación que los unirá aún más.

• Participa en el embarazo, en el parto y en el cuidado de tu hijo
Alrededor del mundo el hombre difiere mucho en cuanto a su compromiso y participación en el embarazo, parto y en los cuidados de la infancia, pero en los últimos años el rol paterno se ha flexibilizado mucho. La antigua postura de observadores ha ido cambiando, y hay muchos padres que intervienen activamente en los cuidados prenatales, en estar presentes en el momento del parto, aportando así un gran soporte emocional, e inclusive muchos padres llegan a quitarle horas a sus trabajos para poder cooperar en las tareas cotidianas de la casa.

• No te sobreexijas
Ser padre estimula cambios en tu estilo de vida, dándote la oportunidad de revaluar tus elecciones y posibilidades y cuestionarte sobre los valores básicos y esenciales en tu vida futura. A las implicancias financieras de la nueva situación a veces se le damenos importancia de la que realmente tienen. Sin duda alguna traerá acarreados nuevos gastos y deberás pensar en aumentar tus ingresos, ya que muchas veces también será necesario pensar en una vivienda un poco más grande. En algunos casos estas exigencias provocan un aumento en las horas de trabajo del hombre y descuidan el soporte emocional que toda embarazada necesita. Además esta sobreexigencia puede provocar sentimientos de tensión, ansiedad y a veces depresión. Es importante entonces ver todas las cosas con perspectivas reales para no llegar a situaciones límites.

¿Como será mi relación con el bebé?

Tal vez este será el primer encuentro "cuerpo a cuerpo" con un bebé recién nacido y si no estás familiarizado con el mundo de los bebés, se convertirá en todo un desafió aprender a tranquilizarlo, cambiarle los pañales, contarle cuentos o aprender a acariciar una piel tan delicada. También pueden surgir conflictos relacionados con tu propia crianza y desacuerdos con tus propios padres que nunca antes habían salido a la luz.
Para evitar tanto cambio repentino te aconsejamos que entables una relación con tu hijo desde el embarazo y que te acerques a otros bebés para entender más su mundo.

• Relación intraútero
La relación con tu hijo se puede iniciar mucho antes del nacimiento, desde que esta intraútero. A partir del segundo trimestre se pueden conectar a través del tacto con las "pataditas" o de los movimientos que le provocan los sonidos de tu voz. En la última etapa del embarazo inclusive pueden reconocerse partes anatómicas del bebé y ya puedes comenzar a acariciarlo. También puedes escuchar los latidos de su corazón colocando tu oreja sobre la panza de tu pareja, por debajo del ombligo. Sentirás que su corazón late mucho más rápido que el tuyo.

• Relación con otros bebés
Una forma muy realista de valorar lo que es la paternidad, es ponerte en contacto con otros padres primerizos y pasar una tarde los dos juntos con el bebé.

¿Cómo será mi relación con mi pareja?

La relación con tu pareja seguramente cambiará durante el embarazo, ya que ahora existe otra persona que incluir en vuestra vida. Puedes sentirte a veces un poco dejado de lado y que estás perdiendo la atención de tu pareja en la medida que ella está siendo absorbida por el crecimiento en su vientre del hijo que vendrá y por los sentimientos que va generando a lo largo de todo el embarazo, pero especialmente después del nacimiento. Si eres de las personas que se involucran, sentirás que durante las primeras semanas del nacimiento es casi imposible dar mucha ayuda con los cuidados del bebé. La madre es la "jefa de operaciones" y a veces te puede resultar difícil de aceptar esa situación. También puede ser que experimentes celos hacia la mujer que es la que tiene esa capacidad casi mágica que significa el proceso del embarazo y la posibilidad de generar una nueva vida.
Otra faceta diferente del embarazo es que la mujer muchas veces cambia considerablemente sus estados de ánimo y su carácter. Pasará de momentos de dramatismo teatral inentendible a momentos de risas descontroladas. Luego a un llanto desesperante y tal vez, de repente, se le antojará comer algo que seguramente demandará varias horas de búsqueda para poder encontrarlo. Cuando finalmente consigas el objeto de su antojo, la encontrarás profundamente dormida y nunca se enterará del esfuerzo que te costó complacerla!
Hazte a la idea que el embarazo sólo dura nueve meses, y que serán más los momentos de bienestar que los de "locura transitoria".


¿Es normal que experimente síntomas del embarazo?

En algunos hombres puede suceder que les aparezcan síntomas similares a los del embarazo o a los dolores de parto. Muchos hombres experimentan también un aumento de peso durante el embarazo, o la aparición de náuseas, vómitos o diarrea. Son de escasa magnitud y se lo denomina Síndrome de Couvade. Los hombres que presentan estos síntomas son los que se encuentran más compenetrados en el proceso del embarazo y del parto. En estos casos es importante que tenga libertad de acción el día del parto y se le permita entrar y salir libremente de la sala de partos.

Deseo un hijo para darle amor

Este simple motivo es también uno de los más acertados. No existen razones de ninguna clase salvo la necesidad casi instintiva de darle amor a un hijo. Es el que tal vez da los mejores resultados, ya que un padre que brinda mucho amor a su hijo sin duda lo recibirá de vuelta en el futuro entre las más cálidas y gratificantes muestras de cariño.

viernes, 11 de diciembre de 2009

¿Es bueno realizar ejercicios aeróbicos durante el embarazo?



Sí, aunque en principio es importante que consultes con tu médico si el tipo de ejercicio que quieres practicar es compatible con tu estado físico actual y las condiciones del embarazo. Llevar adelante una rutina aeróbica fortalece el corazón, los pulmones y mantiene la tonicidad muscular. Esto último no es un tema menor, considerando que puede ayudarte en el trabajo de parto. Lo importante es saber elegir actividades de bajo impacto, por lo que deberás olvidarte de saltar y realizar movimientos bruscos. En este sentido, se recomienda a las mujeres embarazadas efectuar ejercicios con moderación durante, al menos, treinta minutos diarios. Si tienes entrenamiento previo a la gestación sólo deberas reducir la intensidad de tu actividad habitual. Si tu vida fue siempre muy sedentaria, durante el primer trimestre sólo es aconsejable realizar caminatas, natación o yoga para el embarazo.

Llevar a cabo una rutina de gimnasia aeróbica durante el embarazo te ayudará a disminuir los dolores de espalda, el estreñimiento, las molestias digestivas como la acidez estomacal y la indigestión y la hinchazón e inflamación de ciertas zonas del cuerpo (edemas). También es saludable debido a que aumenta el nivel de energía, modifica la postura, otorga mayor resistencia a los músculos y aumenta la capacidad para sobrellevar la labor de parto. Por su parte, está comprobado que el realizar actividad física durante éste período ayuda a evitar la diabetes gestacional. Asimismo, colabora en el aumento del bienestar psicológico, reduciendo la ansiedad, la depresión y el insomnio, creando a su vez hábitos de vida saludables.

En la actualidad no existen evidencias de que el ejercicio físico tenga efectos perjudiciales para el feto, tampoco de que aumente el riesgo de un aborto espontáneo o defectos congénitos en un embarazo normal. La mayoría de los estudios sí han demostrado que el ejercicio físico no genera efectos negativos sobre el peso del bebé al nacer e, inclusive, algunos informes sugieren que la realización de una cantidad moderada puede aumentar su peso. Investigaciones recientes también han comprobado que la actividad física, durante la primera parte del embarazo, promueve el crecimiento de la placenta. Este órgano suministra al bebé oxígeno y nutrientes.

jueves, 26 de noviembre de 2009

Las piernas durante el embarazo



Durante el embarazo, debemos prestar especial atención a la circulación de las piernas y, consecuentemente, también en el método de depilación elegido.

Puedes optar por los métodos habituales para depilarte: las maquinillas de depilación, las cremas depiladora, la depiladora eléctrica y la cera. No existe ningún peligro de usar estos métdos durante el embarazo.

Las maquinillas y las cremas constituyen una forma de depilación rápida e indolora.

La cera, caliente o tibia, y la depiladora eléctrica, te ayudarán a eliminar el pelo de raíz.

Por otro lado, para prevenir la hinchazón de las piernas y las varices, no hay que estar mucho tiempo en la misma posición, ni sentada ni de pie. Lo ideal es que te apliques cremas o geles que ayuden a aliviar las molestias y favorezcan la circulación.

Intenta superar la pereza y date al menos dos paseos diarios.

También es aconsejable que duermas con las piernas un poco elevadas respecto del resto del cuerpo.

martes, 17 de noviembre de 2009

ALIMENTOS SEMI-SOLIDOS PARA LOS BEBÉS



Incorporación lenta y paulatina de alimentos semi-sólidos en la dieta de un niño

A partir del 6º mes de vida, se deben introducir diferentes alimentos que nos aseguren el correcto desarrollo y buen estado de salud del bebe. Esto se conoce como ablactación.
Es importante señalar que no se debe eliminar la leche materna mientras se incorporan estos nuevos alimentos.

La importancia de la ablactación es tal, que adquirir en el primer año de vida hábitos alimenticios sanos y equilibrados, le ayudarán al bebe a llevar una dieta saludable en los años venideros.

Con respecto a las formas y maneras de preparar los alimentos, es conveniente tener en cuenta que los niños aprenden a diferenciar los distintos sabores de los alimentos durante la ablactación, por lo tanto no es conveniente condimentar las preparaciones. De esta manera reconocerán los aromas y sabores neutros y puros de cada alimento.


Reglas básicas:

Seleccionar alimentos frescos y de alta calidad.
La higiene es fundamental. La persona encargada de preparar los alimentos, como así también todos los utensillos que intervienen en dicha elaboración deben tener una perfecta higiene.
Incorporar el alimento de manera lenta, observando la tolerancia del bebe hacia el mismo, esperar un par de días antes de incorporar otro diferente.
Los alimentos deben cocinarse con poco agua. El agua de cocción puede aprovecharse para demás preparaciones (purés y papillas).
No exagerar la cocción, así aprovechamos la mayor cantidad posible de nutrientes.
No agregar sal, azúcar ni miel a ninguna preparación durante el primer año de vida.
El método de cocción más adecuado es el hervido, puesto que no irrita la mucosa intestinal del bebe.
La temperatura de la comida y alimentos debe ser templada.
La actitud al dar la comida debe ser de suavidad y paciencia. Se debe respetar el tiempo de aprendizaje y evolución del bebe. Evitar agobios y agresividad aunque la mejor intención sea nutrirlo, logrando de esta manera que su primera experiencia con la comida sea agradable y placentera.
Higienizar los dientes del bebe con una gasa húmeda o un cepillo para bebes al menos antes de ir a dormir para así evitar la aparición de caries a temprana edad. Así mismo se recomienda higienizar las encías y la lengua del bebe luego de cada comida para que goce de una buena salud oral.
Ablactación: 5 a 7 meses
Ablactación: 7 a 9 meses
Ablactación: 9 a 12 meses
Hemos nombrado en notas anteriores que siempre que su bebe este alimentado con leche materna, no necesita incorporar alimentos sólidos antes del sexto mes de vida. Esto se debe a que su sistema digestivo no tiene la maduración necesaria para digerir los alimentos y entonces su mucosa intestinal puede verse dañada generando otras dolencias o enfermedades.
Ahora bien, toda duda que se le presente debe solucionarla con su pediatra.

Para concluir, debemos entender que un bebe gordito no es sinónimo de salud. Tanto el peso como la estatura deben estar controlados siempre por su pediatra, y es él quien le dirá si su bebe esta sano.
No se recomienda entonces, caer en una sobrealimentación, forzando al bebe a comer, o bien utilizar la comida como recompensa. Si hacemos esto el niño podrá padecer trastornos de alimentación en su futuro. Establecer los horarios de comida cada día, educará a su hijo de manera sana y positiva frente al momento de comer.

viernes, 6 de noviembre de 2009

INFECCIONES URINARIAS DURANTE EL EMBARAZO



Las infecciones urinarias son más frecuentes en las mujeres que en los hombres, y esta tendencia se acentúa durante el embarazo por el aumento de las hormonas o el peso que ejerce el útero sobre la vejiga. Para controlar la aparición de estas infecciones se hacen análisis de orina en todas las revisiones ginecológicas, ya que este tipo de enfermedad puede ocasionar partos prematuros

Tipo de infecciones urinarias

La infección del tracto urinario es una infección causada por bacterias que se presenta en la vejiga, los riñones y en la uretra. Las más frecuentes son:

1- Bacteriuria Asintomática

Se trata de unas bacterias que se presentan en la orina pero que no tienen síntomas, por lo que se descubren y diagnostican con las pruebas pertinentes, ya que la mujer no es consciente de la infección. Esta bacteriuria asintomática no tratada desarrolla cistitis sintomática en el 30% de los casos, que puede desarrollar pielonefritis en el 50%.

Esta infección puede dar lugar a un retardo del crecimiento intrauterino y recién nacidos con bajo peso al nacer, anemia, eclampsia e infección del líquido amniótico.

2- Cistitis

Es una infección de la vejiga que hace que se vaya constantemente al baño y que al hacerlo produzca escozor, dolor leve e incluso escalofríos. También es posible que aparezca algo de sangre, aunque no es frecuente.

3- Infección de riñón

Es la más peligrosa de las infecciones urinarias. Se conoce con el nombre de Pielonefritis y hace que la gestante se sienta verdaderamente enferma. Además de esas incómodas visitas al baño y el escozor que produce orinar en el caso de la cistitis, la infección del riñón se presenta con escalofríos, fiebre, dolor en la parte inferior de la espalda, vómitos, etc.


¿Por qué las mujeres tienen más infecciones urinarias?

Las infecciones urinarias, en general, son más frecuentes en las mujeres que en los hombres. Hasta un 20 % de las mujeres ha presentado alguna vez una infección urinaria a lo largo de su vida. Además, las infecciones urinarias femeninas suelen ser recidivantes (se repiten). Esta tendencia tiene varias explicaciones:

• La uretra femenina es mucho más corta que la del varón.

• Está próxima a la vagina, que puede estar colonizada por varios gérmenes.

• Está próxima al ano, con su contenido séptico.

• Se incrementa la susceptibilidad en determinadas condiciones como la diabetes, prolapsos (salida de algún órgano como la vejiga hacia el exterior del cuerpo), embarazos, cicatrices de partos, incontinencia urinaria, etc.


Causas de las infecciones durante el embarazo

Entre el 2 y el 4 por ciento de las embarazadas desarrollarán una infección urinaria. Los médicos suponen que la causa de esto se encuentra en los cambios hormonales y de la posición anatómica del tracto urinario durante el embarazo, que facilitan que las bacterias viajen a través de los uréteres hacia los riñones. Por esta razón se recomienda hacer análisis periódicos de orina durante el embarazo.

• Los riñones aumentan de tamaño por el aumento del flujo sanguíneo que deben filtrar y por lo tanto aumenta la longitud renal.

• La vejiga es desplazada de su sitio habitual por el crecimiento del feto.

• El aumento de la hormona progesterona produce relajación de la musculatura de la vejiga y de los uréteres, lo que lentifica el flujo de la orina.

• El útero comprime los uréteres, especialmente el del lado derecho, acumulándose en los uréteres hasta 200 ml de orina. Este estancamiento urinario favorece la aparición de las bacterias.

• El pH de la orina cambia y se hace más alcalino.


Síntomas de una infección urinaria

No todas las embarazadas tienen síntomas, pero la mayoría tiene algunos de estos:

• Dolor o sensación de ardor al orinar

• Necesidad de orinar frecuentemente

• Después de orinar, se continúa con el deseo de orinar un poco más

• Sangre o moco en la orina

• Dolor o contracciones en la parte baja del vientre

• Dolor durante el acto sexual

• Escalofríos, fiebre, sudoración profusa, incontinencia

• Cambio en la cantidad de orina, ya sea a más o a menos

• La orina tiene un aspecto turbio, huele mal o el olor es muy concentrado

• Dolor, sensación de presión o sensibilidad extrema en la zona de la vejiga

• Cuando la bacteria se disemina a los riñones, se puede tener dolor en la parte baja de la espalda, escalofríos, fiebre, náusea y vómito.

jueves, 22 de octubre de 2009

LAS NAUSEAS Y EL EMBARAZO



El 90 por ciento de las embarazadas experimenta sensación constante de trasbocar, la cual aparece particularmente en las mañanas, por lo que se ha denominado la enfermedad matutina.

Bibiana Castillo, inexplicablemente, sintió fastidio por algunos alimentos, entre esos el aguacate, que tanto le gustaba. Cuando entraba a la casa y olía el desinfectante del piso, tenía ganas de vomitar y hasta le fastidiaba el olor de su marido al despertar a su lado en la mañana.

Ella estaba comenzando a sentir las náuseas características del embarazo. Dos semanas después se hizo la prueba y el resultado fue positivo. La sensación que sentía no era accidental; en su cuerpo estaban ocurriendo cambios importantes y el malestar que sentía era una reacción.

Con la gestación llegan los episodios de vómito, sin que se ponga en riesgo el estado de hidratación de la madre. Sin embargo, “en un grupo menor de embarazadas se hacen demasiado frecuentes, aparecen a destiempo, cada vez más intensamente y de manera súbita, convirtiéndose en un problema médico que requiere cuidado y buena alimentación”, asegura el ginecoobstetra Jimmy Castañeda.

¿Por qué se producen?

Según los especialistas, el alto nivel hormonal al comienzo del embarazo genera una acción placentaria que origina corticoides, hormonas y sustancias que están encaminadas a mantener el embarazo. El ginecoobstetra explica lo que ocurre cuando se elevan sus niveles en la sangre: “Se produce alteración de los centros bulbares que controlan los movimientos gástricos, disparando la sensación de náusea o la aparición del vómito”.

Además, las mujeres en embarazo evacuan más lentamente el tránsito intestinal, lo cual favorece la aparición de las náuseas. Otro cambio ocurre en el músculo liso que forma el útero porque se relaja para permitir su crecimiento y reduce el espacio de los demás órganos.

Los problemas emocionales también repercuten en el proceso de la gestación, ya que empeoran el vómito. “La percepción del embarazo es importante; no siempre la madre es consciente de lo que está sintiendo y puede experimentar frustración o decepción e, incluso, no aceptar su condición”, asegura Jimmy Castañeda.

También las enfermedades ajenas a la condición pueden afectar a la madre y generar molestias gástricas; es el caso de las infecciones urinarias o los problemas de gripa.

¿Será que es normal?

Estos síntomas son naturales en la primera parte del embarazo y tienen otro pico no tan fuerte en el séptimo y el octavo mes.

Pero en el caso de que no se presenten, también es normal, porque eso depende de las condiciones de salud que favorecen o empeoran el problema; por ejemplo, la tiroides, el azúcar y los embarazos múltiples.

Si la mujer tiene un problema gástrico o intestinal de base como la gastritis, el colon o el intestino irritable, es probable que tenga aumento de la sensación.

Cuando los vómitos son persistentes, sobre todo al final del embarazo, se tiene que descartar otro tipo de patología que debe ser evaluada por el médico. Si hay deshidratación urge acudir a consulta, porque pueden presentarse complicaciones.

Aunque las náuseas no afectan al bebé, sí disminuyen la calidad de vida durante el embarazo.

El vómito

Usualmente es matutino. Aunque se pueden presentar algunos casos especiales,
la mujer siente la necesidad de vomitar una o dos veces al día y estos episodios no pueden ir en incremento; al contrario, deben disminuir con los meses.

La sensación no se asocia con el dolor abdominal.

¿Qué hacer?

Para evitar la sensación de náuseas, tenga en cuenta:

Los alimentos no deben estar condimentados, ni tener olores fuertes. Además, debe suspender los aliños y disminuir la ingesta de líquidos.

Una ayuda adicional para calmar el trastorno es consumir carbohidratos en cantidades pequeñas y fraccionar la dieta, sin necesidad de comer menos.

También puede comer frecuentemente así haya vomitado, porque el estómago vacío aumenta la sensación.

Los alimentos salados como el maní, las habas y las galletas disminuyen la incidencia de vómito.

En la mañana se recomienda comer más sólidos que líquidos y evitar lo que le produzca irritación.

sábado, 3 de octubre de 2009

La edad ideal para ser madre



Las mujeres profesionales que se concentran en sus estudios y en su trabajo antes de dedicarse a la familia tienen, en todos lados, una preocupación en común: el reloj biológico. Es que hasta ahora siempre se creyó que la edad justa para convertirse en madre giraba entre los 20/25 años y que, a mayor edad, aumentaban los riesgos de complicaciones en el embarazo y de enfermedades genéticas.

Un estudio realizado por un investigador inglés acaba de poner todas estas creencias patas para arriba: sostiene que la edad ideal para la maternidad se extiende hasta los 34 años.

Al examinar la historia clínica de 3.000 mujeres que habían tenido por lo menos un hijo, el profesor John Mirowski y su equipo de investigadores descubrieron que los problemas de salud comienzan a disminuir a partir de los 22 años y alcanzan el nivel más bajo a los 34 años. Y que vuelven a aumentar después de esa edad.

"Una mujer que tuvo su primer hijo a los 34 años", sostuvo el profesor Mirowski, "es 14 años más joven, desde el punto de vista del estado de salud, que una mujer que trajo un hijo al mundo a los 18 años".

Esta sorprendente investigación acaba de ser publicada en el Journal of Health and Social Behaviour, una revista británica sobre salud y comportamiento social.

Su tesis, hay que decirlo, no convence a todos. Cecilia Pyper, profesora de ginecología de la Universidad de Oxford, subrayó que después de los 35 años las mujeres se vuelven menos fértiles: "Una mujer que tiene su primer hijo a los 34 años no tendrá un segundo hijo antes de los 37 o 38, edad en la cual es más difícil contraer un embarazo".

Según Cecilia Pyper, "se puede esperar hasta los 30 años para tener el primer hijo, pero es mejor no postergarlo más, de manera que si surgen problemas haya tiempo de recurrir a la fertilización artificial".

Melanie Every, vocero del Royal College for Midwifery (una organización profesional que nuclea a los obstetras británicos), cree que los resultados de la investigación dependen más de una mejor "salud" económica que de la edad ideal: "Las mujeres profesionales que postergan el momento de tener hijos tienen un ingreso más alto, un mejor nivel educativo, una dieta mejor y mejores condiciones de vida; en otras palabras, una mejor posición social y económica y, en este sentido, ser un poco más vieja puede ser una ventaja".

El autor del informe está sustancialmente de acuerdo con sus críticos: "Cuanto más espera una mujer para tener hijos, hasta un cierto punto es mejor. Obviamente, cuando el sistema reproductivo empieza a debilitarse, es riesgoso postergar la maternidad. Hay que encontrar un equilibrio, sopesar los diversos problemas".

El profesor Mirowski agrega: "De todos modos, mi investigación demuestra que, desde un punto de vista puramente físico, no hay que preocuparse por tener un hijo después de los 30 años. Y éste es el dato más importante. Las mujeres de 34 años no tienen motivos para alarmarse cuando quedan embarazadas. Los beneficios sociales y económicos de una postergación del parto para una edad más adulta compensan el proceso de envejecimiento".

Las estadísticas, por otra parte, confirman lo que dice el investigador, ya que la tendencia va en esa dirección. Una generación atrás, la edad promedio en la que las mujeres tenían su primer hijo, en Gran Bretaña, era 24 años; hoy es 29 años y sigue aumentando.

De cada 1.000 nacimientos, en 2003, por ejemplo, 96 fueron de madres de entre 25 y 29 años. La categoría de madres de entre 30 y 34 años está apenas un punto por debajo, con 95 de cada 1.000 nacimientos.

El diario británico Mirror publicó la opinión de Kate Cambridge, una "madre tipo" que trajo al mundo un varón cuando tenía 34 años (hoy tiene 35). "Desde el punto de vista físico —contó la mujer— todo anduvo muy bien, creo que también porque me tomé muy en serio el embarazo. Y, desde el punto de vista psicológico, fue mucho mejor. Mis amigas que habían tenido un hijo a los veintipico de años recuerdan lo difícil que les resultó renunciar a salir a la noche, beber, fumar, divertirse. A mí, en cambio, no me costó absolutamente nada".

domingo, 27 de septiembre de 2009

El puerperio o Cuarentena



Luego del parto, tu cuerpo y el de todas las madres debe pasar por una etapa lógica de reacomodo, de reconocimiento de las nuevas circunstancias biológicas sin el huésped que tuvo los últimos 9 meses.


Luego del parto, tu cuerpo y el de todas las madres debe pasar por una etapa lógica de reacomodo, de reconocimiento de las nuevas circunstancias biológicas sin el huésped que tuvo los últimos 9 meses. Considera algunos remedios y consejos.

Ha llegado tu bebé y en el posparto comenzarás a notar ciertos cambios en tu cuerpo al igual que pequeñas molestias a las que no estás habituada. Descuida . pues son temporales y la mayoría desaparecerán por si solas una vez haya transcurrido el llamado período de cuarentena. Mientras tanto, puedes tomar algunas medidas para evitarlas o al menos, atenuarlas.

El puerperio o cuarentena se divide en 3 fases:

Puerperio inmediato.- Se le llama a las primeras 24 horas después del parto. Tu bebé participará muy activamente en éste período, ya que al empezar a succionar tu pecho desde las primeras horas, hará que se libere una serie de sustancias benéficas para tu organismo, para que comience a volver a la normalidad.( la recuperación se acelera porque al amamantar, se estimula la producción de oxitocina, que es la hormona responsable de que el útero se contraiga)

Puerperio mediato.- En este período se incluyen las primeras 72 horas. Para ese entonces la lactancia ya debe haber iniciado de manera formal ( la subida de leche no es inmediata, puede demorarse unos días. Mientras, las mamas segregan calostro, líquido denso y amarillento que constituye el alimento idóneo para tu bebé). Tendrás un sangrado abundante y se te formará una costra placentaria que se caerá eventualmente. Es muy importante que no te fajes o vendes; seguro sentirás muy flácida la parte abdominal, pero deberás dejar que los músculos se reacondicionen por sí mismos.

Puerperio tardío.- Este comprende de las 72 primeras horas en adelante. Si tus heridas ya han comenzado a cicatrizar, podrás iniciar una rutina de ejercicios para fortalecer la región perineal. La costra placentaria tardará en caerse aproximadamente 15 días. Lo notarás porque una vez que tu sangrado haya empezado a disminuir, aumentará de forma repentina, y después comenzará a desaparecer. Aunque éstas pérdidas de sangre no te causen molestias, conviene que observes su color, olor y cantidad. Los primeros días serán de color rojo intenso y es normal expulsar algún coágulo, después adquirirán un color marrón y a la semana se volverán amarillentas o blanquecinas. Evita los tampones y cambia con frecuencia tu toalla sanitaria, para evitar infecciones.

Entuertos
Se le llama así a las contracciones del útero y son necesarias para que recupere su anterior tamaño, y pueden provocarte dolores similares a los de tu período. Suelen ser más intensas si ya diste a luz antes, porque la matriz está más dilatada y tarda más tiempo en volver a su tamaño original. Toma en consideración que duran dos o tres días, aunque pueden durar hasta una semana. Suelen aumentar, cuando tu bebé se alimenta, pues la lactancia estimula la liberación de la hormona oxitocina, la cual produce las contracciones. No hay remedios naturales para aliviarlas, pero la mayoría de las madres se sienten mejor al saber que es un proceso normal. El dolor tiene un componente psicológico y el miedo a que algo malo se esté desarrollando en tu cuerpo hace que las molestias aumenten. Si los entuertos se te presentan muy fuertes, tu médico te recetará algún analgésico que no interfiera en la leche ni en la recuperación de tu útero.

Depresión posparto
Cuando expulsas la placenta, el nivel de estrógenos y progesterona bajan con rapidez, por lo que tu estado de ánimo podrá cambiar abruptamente y propiciar tristeza y ansiedad. Asimismo algunas mamás, al tener sobre sus hombros la responsabilidad de cuidar a un ser tan pequeño e indefenso, se sienten abrumadas y decaídas. Habrá quienes manifiesten incomodidad ante el vacío que dejó el bebé en su vientre, es decir, extrañarán tenerlo en su interior. Estas actitudes, aunadas a ciertos síntomas psicológicos, pueden ser indicativas de la depresión posparto (DPP), como son la negación, rabia, cambios de humor, rechazo al bebé, problemas de sueño, ansiedad, pensamientos obsesivos, etc.
En los días que sigan al parto, es muy importante que te sientas arropada y que recibas ayuda de amigos y familiares, no tanto para atender a tu bebé, sino para limpiar tu casa, hacer la comida, lavar la ropa, pero sobre todo, es fundamental que cuentes con tu pareja para los cuidados del bebé. No tengas reparos a la hora de pedir ayuda. Ten paciencia, las cosas se irán viendo distintas al paso de los días, pero si aún así te sigues sintiendo muy triste, será mejor que consultes a tu médico.

Acude a tu médico si...

• Las pérdidas de sangre siguen siendo rojas y abundantes a la semana de haber dado a luz.

• Los loquios desprenden un olor fuerte.

Se podría tratar de una infección en la herida placentaria o en la incisión de
la cesárea.

• Si existe fuerte dolor en la episiotomía, si el malestar en intenso y dura varios días, se puede deber a una infección, inflamación o hematoma producido durante el parto.

• Si la temperatura aumenta. La fiebre se puede deber a que los puntos de la episiotomía, la cesárea o la herida en el útero se han infectado.

• El cansancio y la sensación de tristeza, persisten durante semanas. Puedes requerir tratamiento psicológico o deberse a problemas de tiroides.

jueves, 17 de septiembre de 2009

domingo, 13 de septiembre de 2009

Depresión durante el embarazo



¿El embarazo puede producirme depresión?

Para muchas mujeres el embarazo puede ser una etapa maravillosa mientras que para otras puede significar un período de angustia y depresión difícil de sobrellevar. Según las últimas investigaciones el 10% de las mujeres embarazadas sufren de depresión, especialmente entre las semanas 6 y 10 del embarazo y durante el tercer trimestre, cuando el cuerpo se prepara para el parto y el nacimiento del bebé.
Se estima que el 50% de las mujeres que sufren de depresión durante el embarazo desarrollarán depresión postparto, pero este número se reduce a menos del 2% si se efectúa un tratamiento psicoterapéutico adecuado durante este período.

¿Cuáles son los síntomas de depresión?

Puedes estar sufriendo de depresión si sufres cuatro o más de los siguientes síntomas:

• Tristeza persistente
• Cambios repentinos de humor
• Sentir que nada es divertido
• Falta de concentración
• Ansiedad
• Irritabilidad
• Problemas para dormir
• Cansancio extremo
• Deseos de comer en todo momento o no comer nada

¿Por qué se produce la depresión en el embarazo?

Pueden ser muchos los factores que causan la depresión en el embarazo. A continuación explicaremos cada uno de ellos:

• Las hormonas del embarazo

Las hormonas del embarazo pueden ser una de las causas, ya que los grandes cambios hormonales que se experimentan en esta etapa, pueden afectar directamente los niveles de los neurotransmisores, químicos del cerebro que regulan nuestro humor. Por otro lado, los cambios hormonales también pueden hacerte sentir más ansiosa de lo habitual y como la depresión debe ser tratada de igual manera durante el embarazo.

• Antecedentes personales o familiares de depresión

Si ya has sufrido de depresión o la depresión a afectado a algún miembro de tu familia, es más factible que sufras de depresión durante el embarazo.

• Problemas de pareja

Esta es una de las principales causas de depresión durante el embarazo. Si no te llevas bien con tu pareja y notas que tu relación es conflictiva, que ni siquiera puedes hablar claro con él te recomendamos que busques apoyo desde ahora. Muchas personas creen que una vez que el bebé nace, la relación mejorará y por el contrario aumentará las tensiones entre ustedes si no se busca la ayuda adecuada desde ahora.

• Complicaciones del embarazo

Los embarazos con complicaciones o de riesgo de interrupción, como así también los embarazos múltiples pueden ponerte al borde de la depresión. Los tratamientos que deben efectuarse y el reposo, combinados con el miedo que se siente por el futuro del bebé son las causas que la generan.

• Tratamientos de fertilidad

El estrés que se produce durante los tratamientos de fertilidad son la causa de depresión cuando finalmente se logra el embarazo, por los temores de perder al bebé en el transcurso del mismo.

• Pérdida de embarazos anteriores

Si has tenido interrupciones de embarazos con anterioridad seguramente te preguntarás sobre el destino del embarazo actual. El miedo que esto produce predispone a la depresión.

• Situaciones estresantes

La pérdida de un ser querido, los problemas laborales, las mudanzas u otra situación de estrés que hayas experimentado hace poco o estés atravesando pueden conducir directamente a la depresión.

¿Cómo puedo evitarla?

Lo primero que debes hacer es serenarte y tratar de no pensar demasiado en la llegada de tu bebé. Sólo disfruta de tu panza y tu tiempo libre, tratando de limitar el vuelo de ideas y ocupándote mucho de ti.
También es importante que charles mucho con tu pareja sobre tus miedos e inquietudes, dejando en claro lo que te sucede y acompañándose lo más que puedan. El podrá ayudarte y apoyarte siempre y cuando él note que tu confías en él.
Sin embargo a veces la relación con tu pareja no está bien y en estos casos te recomendamos que busques el apoyo de amigos u otras mujeres embarazadas a quien le puedas contar lo que te sucede. Es de mucha ayuda que frecuentes nuestros foros de discusión, allí encontrarás a un grupo de gente maravillosa que puede darte el apoyo que necesitas, ya que seguramente atravesaron tu misma situación y sabrán escucharte y comprenderte.

Relájate, recuerda que el estrés conduce directamente a la depresión. Si te sientes muy ansiosa te recomendamos que asistas a clases de yoga, meditación o natación.
Otro dato importante y que actualmente se está investigando es que la luz intensa matutina alivia los síntomas de depresión, por eso te recomendamos que no bien te levantes abras todas las persianas para que entre mucha luz a tu cuarto y si es un día nublado prende también las luces. Verás que día a día recuperarás tu alegría y optimismo.

¿Cuándo debo pedir ayuda profesional?

Si luego de haber intentado lo que mencionamos anteriormente continúas sintiéndote deprimida y has pasado más de dos semanas en ese estado, te recomendamos que busques la ayuda de un profesional. Pregúntale a tu obstetra que te recomiende un psicólogo o psiquiatra de confianza con quien puedas tener una entrevista. La depresión durante el embarazo no tratada a tiempo puede ser peligrosa porque conduce a la mujer a la falta de cuidado de sí misma y de su bebé.

sábado, 5 de septiembre de 2009

LA ALIMENTACIÓN DEL BEBE



Los expertos coinciden que los bebes no necesitan comida complementaria antes de los 6 meses.

El término "comida complementaria" se refiere a todo tipo de comida que no sea leche maternal o leche de formula y recién a esta edad, el bebe esta preparado para comenzar a comer otras comidas debido a las siguientes razones:


Produce suficiente saliva para ayudar al proceso digestivo, posee las enzimas necesarias para digerir la comida existe más maduración de los riñones, con lo cual se pueden digerir mejor las proteínas, el sistema inmune está más reforzado, existiendo menos riesgo de contraer alergias alimentarias, se puede sentar y tiene buen control de los músculos del cuello, por tanto mantener la cabeza erguida,
puede cerrar la boca para tomar el alimento de la cuchara y usar su lengua para empujarlo al fondo de su boca.

Es importante observar al bebe cuidadosamente y sólo darle comida complementaria cuando se encuentre preparado para poder comerla. Para la mayoría de los bebes esto ocurre a los 6 meses, pero existen bebes con mayor apetito que demandan más alimentos previo a cumplir sus 6 meses (más allá de aumentar en número de tomas de leche siguen insatisfechos y lloran aún después de cada toma). En este caso, es preferible limitar esa comida a algún cereal (sin gluten, ej: cereal de arroz), frutas y vegetales.


Debemos aclarar que cuando el bebe comienza con otros alimentos, debe continuar tomando leche (materna o de formula) como lo viene haciendo. Al menos debe seguir tomando como mínimo 750 ml (25 onzas) al día.

Así mismo, es importante ofrecer nuevos alimentos uno a la vez (sin mezclarlos en la misma comida) y elegir aquellos que ofrecen un buen aporte nutricional y que se complementa con su desarrollo.


Consejos para las primeras comidas

Deje que su bebe tome la leche primero (maternal o de formula). Espere unos minutos y luego comience con la comida.

Elija un horario donde el bebe esté de buen humor. Siéntelo en su sillita en un lugar tranquilo.

Alimente a su bebe con cuchara. No ponga la comida en el biberón (mamadera).

Introduzca un alimento por vez. Puede ocurrir que el bebe haga caras al comer ante el nuevo alimento pero eventualmente lo aceptará. Si el bebe rechaza cierto alimento luego de varios días, no insista. Vuelva a intentarlo 1 o 2 semanas más tarde.

Es posible que a su bebe, como todo el mundo, no le gusten ciertos sabores o texturas.

Espere al menos 3 días antes de incluir un nuevo alimento a la dieta de su bebe.

No se preocupe si su bebe come menos algún día o no le guste ciertos alimentos ya que el apetito del bebe varía al igual que los adultos de un día para el otro.

Preste atención a las señales que le manifiesta su bebe al comer. Un bebe que está con hambre está interesado en la comida que le ofrece.

No le limite las cantidades si ve que aún sigue con hambre. Contrariamente, si el bebe cierra la boca, se queja, le retira la cuchara, mueve su cabeza a un costado, llora o juega con su comida es porque ha comido lo suficiente y está satisfecho.

Una dieta vegetariana balanceada puede ser apropiada para su bebe, pero existe el riesgo de deficiencias nutricionales. Se recomienda en el caso de dar una alimentación de ese estilo a su bebe, que consulte con su médico pediatra o nutricionista.

jueves, 27 de agosto de 2009

CELOS ENTRE HERMANOS



La competencia entre hermanos siempre existió. Los psicólogos dicen que es común que existan celos entre ellos. Es más, hasta lo consideran saludable, ya que los ayuda a aprender a compartir y a convivir.

El problema está en el error que muchas veces cometen los padres en fomentar estos celos de una manera perjudicial para sus hijos.


Según los especialistas, la rivalidad entre hermanos es una condición inherente del ser humano. ¿Por qué se origina esta rivalidad? Por la lucha por el amor de los padres. Pero esta lucha por lo general se da sanamente, salvo que los padres compliquen el terreno.


Los padres -muchas veces sin darse cuenta- fomentan estos celos que pueden traer consecuencias negativas en sus hijos. Por ejemplo: el chico puede terminar siendo retraído, agresivo, con baja autoestima, egoísta y hasta falto de ambición.

El primer error y más significativo de todos es tener un hijo preferido y demostrarlo.


Otros errores pueden ser por ejemplo decirle a un chico que está en lugar de otro hijo que murió antes de nacer, o permitirle a dos hermanos que peleen por la posesión de un juguete en vez de enseñarles a compartir y ser generosos.


Un error muy común que cometen los padres es darle siempre la razón a un mismo hijo. Cuando un chico se da cuenta de que poniéndose en el papel de víctima sale favorecido, lo más probable es que repita siempre ese papel.

También es perjudicial decirle a uno de sus hijos que está celoso de su hermano, porque al repetírselo continuamente lo más probable es que lo termine asimilando.



Otros errores comunes


· Tratar como un bebé al hijo menor aunque ya haya crecido. Esto provocará que los hermanos mayores sientan que su hermanito ocupa un lugar de privilegio dentro de la casa.


· Remarcar lo positivo de un hijo y lo negativo del otro. Esto puede hacer que uno de los dos se sienta más valorizado que el otro.


· Otro error lo cometen los abuelos al elegir a un nieto preferido. Esto puede hacer que le hagan mejores regalos a uno que a otro.


· Intentar incentivar a sus hijos mostrándole lo que hizo su hermano. Esto hace que el chico deje de hacer algo al no sentirse tan competente como su hermano.



· Cuando los padres le asignan a sus hijos una característica propia. Por ejemplo decirle a uno de sus hijos “a vos te gusta lo mismo que a mí”, por lo que su hermano se sentirá desvalorizado al no entrar en ese círculo que forman su padre y su hermano.



¿Cómo atenuar el síndrome del destronado?



Así lo llaman los psicólogos a lo que sienten los niños al saber que van a tener un hermano. No importa la edad que tengan, pueden tener 2 u 11 años, igual van a sentir lo mismo.


A continuación le brindamos algunos consejos para atenuar este síndrome:


· Preparar al chico diciéndole que se lo va a querer igual y que no perderá ningún privilegio.


· Leerle historias que traten sobre la llegada de un hermanito y resaltarle lo bueno de esto.


· Trabajar sobre el control de las emociones. Jugar a poner cara de enojado, cara de bronca y cara de contento. Y pedirle que cuando nazca su hermano exprese su sensación con una cara. Esto ayudará a decir qué le está pasando. Es preferible que se exprese de esa manera y no pataleando o con otras actitudes agresivas.


· Mostrarle fotos de cuando él era bebé, mostrarle cuándo la madre estaba embarazada de él. Esto ayuda a mostrarle que él tuvo la misma atención antes de nacer que la que ahora ocupa su hermano.


· No hacer grandes cambios, como por ejemplo cambiarlo de cuarto.



Para cuando haya nacido su hermano se recomienda:



· Respetar las mismas rutinas que tenían y seguir llevándolo adonde siempre se lo llevaba. Que no sienta que su hermano le está quitando tiempo y lugar.


· Aumentar la demostración de afecto. Valorar todo lo que haga.


· Buscarse espacios para quedar a solas con él.


· Fomentar la buena relación con su hermano. Darle un lugar importante, por ejemplo decirle que él es el encargado de cuidar a su hermano menor o de enseñarle algo.

viernes, 21 de agosto de 2009

Ser mamá después de los 35 años



Las mujeres sanas de 35 años y las que ya han pasado los 40 usualmente tienen embarazos sanos. Si surge algún problema, por lo general puede tratarse con éxito.

Las mujeres mayores de 35 años tienen un riesgo mayor de:

Problemas de fertilidad
Alta presión arterial
Diabetes
Embarazos múltiples (gemelos/mellizos o más)
Aborto espontáneo
Placenta previa, una condición en donde la placenta está en el lugar incorrecto y cubre el cuello uterino
Parto por cesárea
Parto prematuro
Nacimiento de un bebé sin vida
Un bebé con un trastorno genético
Dado estos riesgos para las mujeres mayores de 35 años, el cuidado prenatal es muy importante.

Qué puede hacer:

No importa su edad, vea a su proveedor de cuidado de salud antes de tratar quedar embarazada. Esto muy importante si usted:


Tiene una condición crónica, como la diabetes, un trastorno de convulsiones o alta presión arterial.

Toma medicamentos a largo plazo

Si no se las controla, algunas condiciones médicas pueden causar riesgos para usted y para su bebé.

Si tiene más de 35 años y no queda embarazada después de intentarlo durante seis meses, consulte a su médico. A las mujeres mayores puede resultarles más difícil quedar embarazadas, ya que la fertilidad se reduce con la edad. En muchos casos, la infertilidad puede tratarse.

Los cuidados prenatales son importantes

Los cuidados prenatales son particularmente importantes para las mujeres de más de 35años debido a que:

Tienen más probabilidades de tener alta presión arterial y diabetes por primera vez durante el embarazo.

Pueden escoger realizarse la prueba para el síndrome de Down.
Hábitos saludables
Para reducir los riesgos durante el embarazo:

Coma alimentos saludables
Aumente una cantidad saludable de peso
Haga ejercicio (con la aprobación de su médico)
No beba alcohol, no fume y no consuma drogas ilegales
Absténgase de tomar cualquier medicamento o suplemento a base de hierbas sin consultar antes a su médico
Pruebas prenatales
Consulte a su profesional de la salud sobre las pruebas prenatales para usted. Por ejemplo, el análisis de la sangre materna puede ser recomendada a las mujeres de 35 años o más.

Por lo general, los resultados de esta prueba se obtienen en aproximadamente una o dos semanas. La mayoría de las mujeres que se realizan pruebas prenatales reciben la buena noticia de que su bebé está bien y la tranquilidad que les brindan los resultados.

jueves, 13 de agosto de 2009

LOS GASES EN LOS BEBES



Durante los primeros meses de vida, casi todos los bebés sufren gases. Es uno de sus peores males. Los nervios hacen que aumenten, sobre todo cuando se alimentan, esto hace que sufran un episodio de llantos de hasta dos horas de duración.

Si nuestro bebé sufre exceso de gases, necesitamos conocer la causa, para ello debemos visitar al especialista. Hay modos de prevención para aliviar los gases del bebé. En las tomas es normal que trague aire, pero debemos procurar que sea el menos posible, para ello debemos darle el pecho o biberón tranquilamente, sin nervios y si no quiere, no forzarle.

Si toma biberón debemos procurar mantener el recipiente en posición vertical para que no entre aire en la tetina. Si toma el pecho, hay que asegurarse de que la tetina tenga el agujero del tamaño adecuado. Si fuera demasiado grande, saldría demasiada leche y el bebé podría atragantarse, y si es demasiado pequeña, tendrá que esforzarse más al succionar y tragará más aire.

Una vez que nuestro bebé ha terminado la toma, conviene que eructe y le debemos ayudar, pero hay que tener en cuenta, que si el bebé es propenso a los gases, debemos provocar el eructo en mitad de la toma y al finalizar.

A veces el eructo tarda en salir, pero no hay que insistir, en ocasiones no es necesario. Las mejores posturas para ayudar a nuestro bebé a eructar son: tumbado el bebé boca abajo, sobre nuestras piernas proporcionándoles suaves golpes en la espalda. También es efectivo sentarlo encima de nuestras piernas, ligeramente inclinado hacia delante, sujetándolo por su tórax y cuello con una mano y frotándole la espalda con la otra. También se le pueden dar ligeras palmaditas.

La manera más común de hacerlo es en brazos, apoyando al bebé sobre nuestro pecho, en posición vertical y su cabeza a la altura de nuestro hombro. Con unas suaves palmaditas en la espalda, el eructo saldrá.

En el caso de que nuestro bebé sufra gases, debemos intentar calmarle el dolor, ya que no existe medicamento que le podamos proporcionar, debemos utilizar estos remedios: unos masajes circulares en la tripa con las dos manos, en el sentido de las agujas del reloj y sin el pañal.

Cogerlo en brazos boca abajo con una mano en su tripa para darle calor y balancearlo despacito. Los movimientos rítmicos le aliviarán. En ocasiones funcionan algunas hierbas suaves en infusión, pero esto debemos consultarlo con el pediatra.

Mucha paciencia y no ponerse nervioso es lo primordial, nuestro bebé está sufriendo, pero somos nosotros los que tenemos que procurar calmarlo y conseguir su bienestar.

lunes, 10 de agosto de 2009

EL ERUCTO EN LOS BEBÉS



El eructo es la expulsión, por la boca, de los gases que el bebé acumula en el estómago si ha ingerido aire durante las tomas. Esta acción es mucho más frecuente en los bebés alimentados con biberón que en los que toman lactancia materna. En muchas ocasiones, esto es debido a que las tetinas tienen unos orificios que no son del todo adecuados para la correcta succión del bebé, favoreciendo la ingestión de aire constantemente.

No obstante, si el recién nacido se alimenta de leche materna, es más difícil que trague aire, aunque no se descarta si está mal agarrado al pezón o no tiene bien colocados los labios.

Es por lo comentado anteriormente, que debemos poner al bebé a eructar entre toma y toma para que expulse todo el aire que haya podido tragar; pues su alimentación se puede ver dificultada por la enfermedad por reflujo o regurgitaciones.

Nota: si el niño toma pecho, lo recomendable es ponerle a eructar al cambiar de mama, si toma leche de las dos; si sólo toma leche de una de ellas, calcularemos la mitad del tiempo que esté mamando.

Una idea que obtenemos de lo anotado, es que cada niño tiene su propio ritmo particular y, dependerá de sus hábitos alimenticios, que le propiciemos la expulsión de gases de una u otra manera.

Tenemos que tener en cuenta que los gases producen mucha inquietud en el bebé, es por ello por lo que debemos observarle para saber si requiere de nuestra ayuda. Recordemos que tienen que aprender a eructar, tal y como lo hacemos los adultos. Este acto se adquiere con el tiempo, pero al principio, incomodan bastante la quietud del recién nacido.

jueves, 30 de julio de 2009

LA LECHE MATERNA



La leche materna es la fuente perfecta de nutrición para los bebés, ya que contiene cantidades apropiadas de carbohidratos, proteínas y grasas. Igualmente, suministra enzimas digestivas, minerales, vitaminas y hormonas que requieren los bebés. La leche materna también contiene valiosos anticuerpos de la madre que pueden ayudar al bebé a resistir las infecciones.

Los bebés sanos tienen reservas adecuadas de hierro que duran hasta los 8 meses de edad, momento en el cual se pueden comenzar a suministrar alimentos ricos en este elemento. El pediatra o el nutricionista pueden recomendar un suplemento de fluoruro en las comunidades en donde el agua no es fluorada.

La leche de vaca, en sí misma, es inapropiada para bebés menores de 1 año y si se les suministra a temprana edad, pueden desarrollar una alergia a los productos lácteos. Aunque la leche de vaca contiene la mayoría de los componentes de la leche materna, estos componentes no se encuentran en las mismas cantidades. La leche de vaca también carece de factores inmunitarios (anticuerpos), que ayudan a proteger a los niños hasta que su propio sistema inmunitario se desarrolle completamente.

Las fórmulas preparadas comercialmente pueden estar basadas en leche de vaca sin grasa, proteína del suero o proteína de soya. Con el fin de suministrar una dieta balanceada al bebé, las fórmulas deben ser enriquecidas con carbohidratos, grasas, minerales y vitaminas. Sin embargo, los anticuerpos encontrados en la leche materna nunca pueden agregarse a las fórmulas.

PRODUCCIÓN DE LECHE MATERNA

La leche se produce en pequeñas glándulas parecidas a sacos en las mamas. Estos sacos se desarrollan después de que unas hormonas específicas (como estrógeno, progesterona, prolactina hipofisaria y lactógeno placentario) los estimulan, comenzando durante el segundo trimestre del embarazo.

La mama humana no almacena una gran cantidad de leche como lo hacen las vacas. La succión estimula la liberación de una hormona, llamada prolactina, que estimula la producción de leche y la liberación de otra hormona, llamada oxitocina. La oxitocina, a su vez, estimula la contracción de las glándulas mamarias (o el " reflejo de salida de la leche"), haciendo que la leche sea exprimida de la glándula mamaria hacia los conductos galactóforos y luego al pezón.

Al comienzo de la alimentación, la leche es azulosa y contiene lactosa y proteínas, pero poca grasa. Dicha leche se llama calostro. A la leche que se produce al final de la alimentación, se le llama postrera y es la principal fuente de energía para el bebé, ya que contiene más grasa. Si la leche materna se deja reposar por media hora después de ser extraída y separada, la "nata" queda por encima de la parte acuosa. Esto se debe a que la leche humana no es homogenizada, es decir el proceso que hace que el agua y la parte grasa de la leche permanezcan mezcladas.

REFLEJO DE SALIDA DE LA LECHE

Algunas madres tienen una sensación de hormigueo mientras la leche comienza a salir de la mama, debido al reflejo de eyección o salida de la leche. La mejor forma de verificar si este reflejo ha comenzado, es observando los patrones de respiración y de succión del bebé.

Al comenzar la alimentación, se notará un patrón como éste: succionar, succionar, succionar, tragar, succionar, succionar, succionar, tragar, que puede durar hasta 30 segundos, pero podría ser más largo. A medida que comienza a funcionar el reflejo de eyección de la leche, el patrón podría describirse como una acción de tragar; un sorbo; una respiración profunda; un sorbo; una respiración profunda. Este patrón puede durar entre 2 y 4 minutos.

El bebé puede querer alimentarse por más tiempo (quizás 15 ó 20 minutos) en esta mama, con el fin de obtener más grasa de la leche postrera o por saciar la necesidad de succionar. En lugar de observar el reloj para dejarlo amamantar 10 minutos en cada lado, se le debe permitir al bebé que se desprenda de la primera mama cuando él quiera, antes de cambiarse a la otra.

Recomendaciones Volver al comienzo

El suministro de leche se establece durante los primeros días y semanas después del nacimiento del bebé. El amamantamiento temprano (dentro de la primera media hora) y con frecuencia (a petición, o de 8 a 12 veces por día) permite que el proceso de alimentación sea cómodo y eficaz. Usualmente, al niño le toma menos de un minuto estimular el reflejo de eyección de leche. Si se amamanta adecuadamente, se debe sentir poca molestia o dolor.

Dentro de un período de 6 a 8 semanas, el suministro de leche se ajustará a las necesidades del bebé. Antes de ese tiempo, las mamas se pueden sentir o demasiado llenas o demasiado vacías. La alimentación frecuente y cómoda mantiene el suministro de leche que se incrementa o disminuye sobre la base del hambre que tenga el bebé y la succión enérgica (demanda o uso de leche). Las variaciones en el suministro de leche ocurren entre uno y tres días después de los cambios en la demanda o el uso de la leche.

MANEJO Y ALMACENAMIENTO DE LA LECHE

Cuando se almacene leche para su consumo en el hogar, se deben lavar las manos antes de extraerla (o bombearla) y usar recipientes que hayan sido bien lavados y enjuagados con agua caliente y jabón. Siempre hay que anotar la fecha de la leche antes de almacenarla.

La leche materna fresca puede mantenerse a temperatura ambiente hasta 8 horas y refrigerada hasta por 5 a 7 días. La leche congelada puede mantenerse en un compartimiento dentro del refrigerador durante 2 semanas; en un refrigerador/congelador de puerta separada hasta 3 a 4 meses o en un congelador profundo a una temperatura constante de 0º C durante 6 meses. La leche congelada y descongelada puede refrigerarse hasta por 9 horas, pero no se debe volver a congelar.

Los recipientes plásticos son los mejores para almacenar la leche materna. Para congelar, se deben usar pequeños recipientes (de 2 ó 3 onzas) con el fin de evitar la pérdida de porciones no usadas al final del día. La leche refrigerada y congelada debe calentarse bajo el chorro del agua caliente del grifo. Nunca se debe poner la leche materna en el horno microondas, porque el calor excesivo destruye nutrientes valiosos y las "gotas calientes" pueden quemar al bebé.

sábado, 25 de julio de 2009

El llanto del bebé



Se puede decir que el llanto es el primer medio de expresión del bebé, es la manera exclusiva como el niño comunica sus necesidades.

El llanto al contrario de otras expresiones sociales que se dan cuando el bebé tiene más edad (como lo son el balbuceo y la sonrisa) no se acoge con alegría y los adultos tenemos la tendencia a ponerle fin o evitar que se desencadene. Esta propensión según los especialistas es debida a las variaciones de ritmo, la escala de gritos o sollozos del bebé son muy amplios lo cual no es fácil habituarse a ellos.

Las madres reconocemos el llanto del bebé desde muy pocas horas después del nacimiento, y así lo afirma un estudio realizado con 23 madres que sólo transcurridas 48 horas del parto pudieron reconocer el llanto de su recién nacido. Igualmente una mamá o un papá reconoce con destreza que lo origina: hambre, dolor, cólera, incomodidad, frío u otros motivos que no responden a necesidades físicas.

El llanto del hambre se caracteriza porque se inicia de manera gradual y se convierte en rítmico. El del dolor comienza de forma repentina y va aumentando en intensidad de forma arrítmica. También los bebés manifiestan un tipo de llanto en forma de sollozo con el cual expresa disgusto.

El llanto más común del niño es el que se da con característica rítmica y que no siempre obedece a la necesidad de hambre. Es el llanto que cesa con la voz de la mamá o el papá, con las caricias, con la succión sin fines alimenticios o al ser acunado. Es el llanto que busca la proximidad con sus padres.

De allí la importancia de responder al llanto del bebé, de acunarlo, de mimarlo. Un bebé mediante esta forma de comunicarse poco a poco va forjando el vínculo afectivo con sus padres y se sentirá seguro si se atienden tanto sus necesidades físicas como emocionales.

sábado, 18 de julio de 2009

EL EMBARAZO Y EL SEXO



El coito es la práctica sexual más generalizada, y aunque parezca mentira a estas alturas de la película, dentro de éste la postura del misionero sigue dominando por encima de cualquier otra (de hecho muchas personas la consideran algo así como la "postura normal"). Pero, ¿qué pasa cuando por ejemplo durante el embarazo, esta postura no puede practicarse por el volumen abdominal de la mujer? Pues de hecho, nada más y nada menos que buscar e innovar nuestro repertorio erótico y sexual.

Hemos de recordar -y es un buen momento para ello- que la sexualidad es algo más que un conjunto de posturas atléticas. Por ello, si durante esta época te olvidas del coito, tampoco va a pasar nada grave; quizás incluso te puedas llegar a divertir mucho más. Aunque lo realmente importante es que los dos os sintáis cómodos y relajados a la hora de buscar alternativas.

Pero si lo tuyo es la práctica coital, ahí van unas cuántas propuestas:

- Mujer en posición supina (encima de la pareja)

Esta posición permite que tú controles la profundidad de la penetración y el ritmo de los movimientos coitales, lo cual en ocasiones te puede hacer sentir más segura; aunque como tú eres la que manda en esta posición, también puede ser que te fatigues más que en otras posiciones.

Debes sentarte, lo más cómodamente que puedas, encima de tu pareja, e incluso puedes pedirle que sus rodillas actúen de respaldo.

Mujer y hombre en posición lateral

Estas posiciones son las que más frecuentemente se utilizan durante todo el embarazo. Son menos cansadas, nos permiten un mayor contacto de los cuerpos, y nos dejan las manos libres para poder estimular y acariciar todo el cuerpo. ¡Atrévete a probarlo!

Puedes tener diferentes variantes:

- Los dos estan de lado, aunque tu espalda está apoyada en el pecho de tu pareja. La penetración se da por vía vaginal, pero iniciando la penetración por detrás. Encogiendo o levantando la pierna te será más fácil.

- Tú puedes descansar todo tu cuerpo sobre la cama, y él lateralmente puede hacer la penetración. Tus caderas, y las piernas (rodillas) serán las piezas claves en esta posición, ya que deberás elevarlas o inclinarlas hacia tu pareja.

- Puedes estar apoyada, lateralmente, sobre tu propio brazo, y él en posición, también lateral, podrá sujetar tu pierna, para que la penetración sea relajada.

Mujer sentada, o apoyada en la cama

Tanto en la cama como en una silla puedes sentarte a horcajadas sobre tu pareja.

- Si lo haces en una silla, puedes variar a medida que vaya avanzando el embarazo ya que el volumen de tu abdomen será mayor. Puedes sentarte mirándolo de frente, o también dándole la espalda.

- Si te reclinas sobre un extremo de su cama, él puede arrodillarse frente a ti para poder practicar el coito.

miércoles, 8 de julio de 2009

LA IMPORTANCIA DEL ABRAZO



Abrazar es una grandiosa medicina. Transfiere energía, y da a la persona que es abrazada un estímulo emocional. Necesitamos cuatro abrazos al día para sobrevivir, ocho para mantenernos, y doce para crecer. Un abrazo te hace sentir bien. La piel es el órgano más grande que tenemos y necesita mucho cariño. Un abrazo puede cubrir una gran parte de la piel y da el masaje que necesitas. Es también, una forma de comunicarse. Puede decir las cosas para las que no tienes palabras. La cosa más buena acerca de un abrazo es que no puedes dar uno sin recibir uno.


Terapia con Abrazos

La teoría detrás de esta terapia es que el que nos toquen no es solo bueno. Sino, que es necesario! Investigaciones científicas apoyan esta teoría pues nos dice que el contacto físico o la estimulación física son absolutamente necesarios para nuestro bienestar emocional.

El tacto terapéutico, reconocido cono una herramienta esencial para la curación, ahora es parte del entrenamiento de enfermeras en grandes centros médicos. El tacto es usado para reducir el dolor, la depresión y ansiedad, como también para aumentar el deseo de vivir del paciente, y para los bebes prematuros que carecen del contacto físico mientras están en la incubadora y así ayudarles a crecer y prosperar.

Resultados de los Experimentos Científicos

Varios experimentos han demostrado que el contacto físico puede:


Hacernos sentir mejor con nosotros mismos y nuestros alrededores

Tener un efecto positivo en el desarrollo de los niños y su inteligencia

Causar cambios fisiológicos calculables en los que tocan y a los que tocan

Apenas empezamos a entender el poder del contacto físico. Aunque existen varias formas de tocar alguien, proponemos que en la forma de los abrazos es el más especial y que contribuye en una forma mayor a la salud.


El abrazo del rescate


"El abrazo del rescate". El artículo habla de la primera semana de vida de un par de gemelos. Aparentemente cada quien estaba en sus respectivas incubadoras, y a uno no se le esperaba que sobreviviera. Una enfermera del hospital, en contra de las reglas del hospital, puso a los bebes en la misma incubadora. Cuando los pusieron juntos, el más sano de los dos, puso su brazo sobre su hermana, "abrazándola". El ritmo del corazón del bebe mas pequeño se estabilizó y su temperatura se normalizó.

Ambos bebes sobrevivieron. Y el hospital cambió sus normas

Después de ver el efecto que produce el estar juntos los bebes.

jueves, 2 de julio de 2009

¿PIENSAS EMBARAZARTE?



El hecho de pensar en un embarazo significa que estás en la plenitud de tu vida y has tomado una decisión trascendental.

Es muy importante prepararse emocionalmente para la maternidad, el embarazo es un período de grandes transformaciones para la madre y el padre ya que conlleva una nueva relación interpersonal con tu pareja y familiares allegados. Hay que estar abierto a nuevas experiencias para permitir el desafío emocional que inevitablemente se asocia con la maternidad.

Sin embargo muy pocas parejas llegan al momento de la maternidad en condiciones emocionales ideales, ya que se pone mucho más énfasis en las condiciones físicas y aspectos médicos del embarazo, mientras que al aspecto emocional se lo deja habitualmente de lado.

Lo ideal es que, luego de tomar esta decisión conjuntamente con tu pareja, realices un chequeo médico y ginecológico para saber si debes cambiar algunos de tus hábitos o realizar estudios complementarios con anterioridad al plan de búsqueda. Habitualmente se realiza un chequeo mediante un análisis de sangre para conocer tu estado inmunológico con respecto a enfermedades como la rubéola, toxoplasmosis, hepatitis B, SIDA, varicela, enfermedad de chagas y confirmar tu grupo sanguíneo y el de tu pareja para prevenir la enfermedad por incompatibilidad Rh.

Por lo general se sugiere realizar una dieta saludable y que además sea rica en ácido fólico, evitar el alcohol y tabaco y abstenerse de la ingesta de ciertos medicamentos y drogas.

Con respecto a la actividad física, si la practicas regularmente, puedes continuarla, pero si no es tu hábito, convendría posponer su comienzo porque significa un esfuerzo extra para tu cuerpo y tu energía debe estar canalizada en la búsqueda del embarazo.

En el chequeo médico el especialista también te explicará detalles sobre el momento adecuado para la búsqueda, es decir el momento de la ovulación, que depende de la duración de tu ciclo menstrual.

Si sabes que padeces alguna enfermedad crónica o sospechas tenerla, como por ejemplo diabetes, hipertensión, hipotiroidismo o hipertiroidismo, asma bronquial u otras, debes consultar con tu médico de cabecera ya que son situaciones especiales que requieren medidas específicas para lograr un estado óptimo antes de iniciar la búsqueda de un embarazo.

miércoles, 27 de mayo de 2009

LOS ENTUERTOS



Son los dolores que se producen tras el parto debido a la contracción del útero para volver a su posición habitual en la pelvis.

Se originan como respuesta fisiológica normal para reducir el sangrado genital mediante la contractura del músculo uterino. De este modo se consiguen cerrar las venas que nutrían a la placenta cuando estaba inserta dentro del útero durante la gestación.

Tras el nacimiento del bebé, el útero tiene una forma redondeada y una mayor consistencia debido a que se está contrayendo. Mide unos 18 centímetros de largo y pesa alrededor de 900 gramos. Con el paso de los días, el útero va reduciéndose hasta alcanzar su tamaño y peso normales.

Los entuertos pueden ser más dolorosos a partir del segundo parto, ya que la musculatura uterina está más flácida. También son más intensos y frecuentes durante la lactancia materna, ya que la succión del niño provoca la liberación de oxitocina, una hormona que estimula las contracciones uterinas y de los conductos de canalización de la leche dentro de la mama, propiciando la "subida de la leche".

El dolor suele desaparecer al cabo de 5 o 6 días. En caso contrario hay que acudir al médico para que realice una exploración y determine si existe o no alguna anomalía en el útero.

La transformación total del útero no culmina hasta unas seis semanas después del parto. La mejor prueba de que el útero ha vuelto a su estado original es que la mujer deja de notarlo cuando presiona el abdomen por debajo del ombligo.

lunes, 25 de mayo de 2009

EL CORDÒN UMBILICAL

¿Qué es el cordón umbilical?

El cordón umbilical es el lazo de unión entre la mamá y el niño en el útero. Comunica el abdomen del recién nacido con la placenta que es el órgano encargado de la nutrición y depuración de los fluidos del bebé.



El cordón consta de dos arterias y una vena encargadas de llevar sangre oxigenada de la placenta al niño y de traer, desde el bebé, la sangre cargada de los productos nocivos que generó en su metabolismo. La placenta actúa como pulmón, hígado y riñón.

Una vez que el bebé nace, el cordón umbilical deja de ser indispensable. A escasos minutos del nacimiento, los médicos sujetan el cordón con una pinza cauterizante (pequeño gancho o amarre) y lo cortan cerca del ombligo del bebé. La función de esta pinza es detener la hemorragia de los vasos sanguíneos del cordón.



Así, se pone punto final a la comunicación que, de hecho, ya se había interrumpido al producirse el parto y expulsarse el bebé y la placenta. Una vez cortado, el extremo cercano al bebé permanece unido al ombligo y el muñón que queda se endurece para finalmente caer.











¿Cuánto tiempo tarda en caer el cordón umbilical?

Luego del parto, el pedazo de cordón umbilical que va adherido al bebé, en el momento del corte tiene un color blanquecino. Pasadas las primeras horas de vida, empieza el proceso normal de caída del cordón umbilical. Ésta se produce como consecuencia de un doble proceso de deshidratación (momificación) y putrefacción (dependiente de bacterias). El cordón se oscurece progresivamente y se seca ( sin embargo, el punto donde se junta con el abdomen sigue manteniendo una consistencia menos rígida), hasta caerse en 8- 21 días dependiendo del tipo de parto (más tardío en las cesáreas), el grosor del cordón y del antiséptico utilizado en el cuidado del cordón.

En ningún caso se debe estirar para acabar de desprenderlo, aunque esté sólo unido por una delgada tira de piel, el estirarlo puede favorecer una peligrosa hemorragia. Es posible que sangre un poco al desprenderse de forma natural, pero en ese caso, la hemorragia se detiene por sí sola inmediatamente.

La humedad excesiva, la infección y en definitiva, el mal cuidado, puede provocar un retraso en todo el proceso. Si el retraso es muy prolongado (varias semanas) debe pensarse en la posibilidad de un problema asociado (infecciones, problemas inmunológicos, etc.) o cuidados inadecuados.

Al caer el cordón deja una pequeña herida que cicatrizará en 3 a 5 días. El ombligo puede sangrar cuando cae el cordón (algunas pocas gotas de sangre roja). Esto no reviste ninguna importancia. Si tarda en cicatrizar se puede formar un pequeño bulto o granuloma.

Si el bebé ya tiene más de dos semanas de vida y su cordón umbilical aún no se ha caído, es necesario acudir con su pediatra para que lo revise y si es necesario investigue enfermedades que se relacionan a la caída tardía del cordón umbilical.

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¿Qué cuidados debo tener con el cordón umbilical de mi bebé?

Dentro de las primeras 48 horas de vida, el ombligo se coloniza con microorganismos del canal de parto y de las manos de los cuidadores, en un 99% de los casos. Los gérmenes más frecuentemente identificados son Staphylococcus aureus, Streptococcus beta hemolítico y Escherichia coli por lo que es necesario tener cuidado en la limpieza frecuente para evitar infecciones y complicaciones que podrían ser muy serias.

Debes tratar de mantener el área del ombligo seca y limpia de las deposiciones y de la orina de tu bebé. Mientras algunos pediatras sugieren secar sólo con una gasa o algodón o simplemente dejar secar al aire, otros aconsejan limpiar el cordón umbilical y su alrededor con un algodón con alcohol (o el antiséptico que te haya recomendado tu pediatra), tres veces al día o cada vez que haya estado en contacto con heces o con orina, aprovechando el cambio del pañal.
Lávate las manos.
Toma una gasa estéril por las 4 puntas, de forma que tus dedos no toquen la parte central de la gasa (que es la que se pondrá en contacto con el ombligo). Puedes usar también un hisopo.


Impregna la zona central de la gasa con alcohol de 70º o algún otro producto recomendado por tu médico (cuida que no escurra el alcohol porque podría irritar la piel de tu bebé)
Limpia la base del ombligo con un movimiento de rotación alrededor del mismo. No te preocupes si la gasa sale un poco manchada de sangre, es normal.


Con otra gasa estéril, limpia la parte distal del ombligo.
No cubras con gasa el ombligo, esto es para favorecer su desprendimiento. El cordón umbilical sufre un proceso de secado el cual es más rápido cuanto más contacto tenga con el aire.
Coloca el pañal doblado por debajo del cordón. Así evitarás que se moje con la orina y estará al aire.


Una vez desprendido el cordón, continúa la cura con alcohol de 70º, durante dos o tres días más, hasta que cicatrice.
Las curas se realizarán 3 veces al día y siempre que sea necesario, si se manchase con deposiciones u orina.
Cuando el cordón umbilical está por caer, notarás que está muy seco. Cada día lo verás más pequeño e irá alejándose del centro que, dentro de poco, será el ombligo de tu bebé. En un cambio de pañal, simplemente ya no estará ahí.

En este momento, la base del cordón se humedecerá y comenzarás a ver una secreción, la cual debes limpiar con un hisopo mojado con alcohol 70% por unos 3 días después de la caída, y presta especial cuidado en observar si la piel se enrojece, segrega secreciones verdosas, sangre o tiene mal olor, si sucediera esto, lleva a tu bebé al médico.



Como verás, el manejo del cordón umbilical es muy sencillo. El secreto está en mantenerlo seco, nadie mejor que tú como mamá puede manejarlo

Consejos:

Sigue siempre las indicaciones que te haya dado tu pediatra. Algunos recomiendan no bañar al bebé hasta que el cordón se haya desprendido, pero otros únicamente recomiendan limpiar y secar bien esa zona después del baño para evitar la proliferación de las bacterias, sobre todo en la base del cordón y después aplicar el alcohol y secar.

No debes tener miedo de que tu niño tenga dolor, ya que esta zona no tiene sensibilidad. Aunque tenga una apariencia un poco extraña, no hay que tener miedo de mover (siempre hazlo suavemente y sin tironear) el cordón umbilical del bebé cuando lo estés limpiando, es importante mantener la zona limpia y además al bebé no le causa ninguna molestia al moverlo.

No trates de apurar la caída del cordón ya que esto puede provocar que tu bebé sufra alguna infección o hemorragia.

Recuerda una vez más, que para que el cordón umbilical del bebé pueda desprenderse y caerse necesita estar lo más seco posible, por lo tanto si ésta área se encuentra constantemente húmeda, el cordón puede permanecer más tiempo del que se espera, el aplicar cremas, pomadas o ungüentos o vendajes de cualquier tipo que mantengan húmeda la región, retrasa la cicatrización y aumenta el riesgo de infecciones.

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¿Es necesario seguir con los cuidados después de la caída del cordón?

Una vez que el cordón umbilical se cae es posible que salgan unas cuantas gotitas de sangre o de una secreción como agua sangre que no representa ningún problema y sólo requiere secarse.

Tras la caída del cordón, el riesgo de infección persiste hasta que el ombligo no haya cicatrizado completamente, por lo que se debe seguir con los mismos cuidados y vigilancia hasta que la gasa que lo cubre aparezca limpia durante un par de días seguidos.

Cuando ya ha cicatrizado, el ombligo puede y debe lavarse con total normalidad; si se acumula suciedad en sus repliegues, se han de separar sin miedo para poder limpiarlos y secarlos bien.

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¿Cómo puedo saber si hay alguna complicación?

El cordón umbilical tiene un aroma característico, pero de ninguna manera debe oler mal, salirle pus o tener alguna secreción, esta área tampoco debe verse roja, sentirse caliente o estar distendida, porque estos podrían ser datos de una infección que se denomina onfalitis y debe ser tratada con antibióticos.

Muchas veces, después de que se cae el cordón, el ombligo puede permanecer rojo y tener una pequeña cantidad de secreciones. Por lo general esto no tiene importancia y se soluciona con la colocación de alcohol que seca y cicatriza la zona en pocos días.

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¿Cuándo debo llamar al médico?

Llama a tu pediatra si...

a las 3 semanas aún no se ha desprendido el cordón umbilical.
cuatro días después de caer, aún mancha la gasa.
Y llámalo inmediatamente si...

se observan secreciones amarillentas o malolientes. A veces el ombligo presenta una humedad o exudación o puede tener algo de pus en su superficie. La causa puede ser una infección incipiente. Es mejor consultar con tu pediatra.
La piel que rodea el ombligo se enrojece y parece doler.
Sangra de modo continuo. Es común que se observen unas gotas de sangre en el punto de separación que puede deberse al roce del pañal, pero si forma una mancha más grande, de unos 2 o 3 cm de diámetro o si no deja de sangrar después de 10 minutos de compresión, debes acudir a tu pediatra de inmediato.
Han pasado dos semanas y todavía no se ha caído el cordón.
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¿Cuáles son las complicaciones que pueden surgir?

INFECCIÓN DEL OMBLIGO (ONFALITIS): Aunque poco frecuentes, las infecciones del ombligo pueden diseminarse muy rápidamente en el recién nacido, por lo cual hay que consultar con rapidez si se observa pus o secreciones amarillentas y malolientes, o la piel de alrededor del ombligo se enrojece y parece doler al tocarla o manipular en la zona. Cuando la infección parece muy localizada en el ombligo, el tratamiento local puede ser suficiente. Si todo esto se acompaña de fiebre o decaimiento deberás llamar inmediatamente a tu pediatra pues lo habitual es que se precise de tratamiento antibiótico por vía intravenosa.

GRANULOMA UMBILICAL: El granuloma ocurre cuando ya se ha caído el cordón umbilical, la zona de donde proviene puede continuar algo húmeda y puede inflamarse ligeramente, apareciendo una protuberancia de un tejido de apariencia normal en el interior del ombligo en el hueco que queda al caerse el cordón umbilical.

HERNIA UMBILICAL: Se produce por un fallo o defecto en la pared del vientre (como un ojal) que permite la salida de una pequeña (o no tan pequeña) porción del intestino. Puede ser mínima (“punta de hernia”) o gigante (varios centímetros de diámetro y de prominencia o abultamiento). Se habla de Onfalocele si la hernia es grande y no está cubierta de piel sino de una fina capa transparente.

La mayoría de las hernias umbilicales se curan solas en el curso de los 2 ó 3 primeros años de vida. No te desesperes.

¿La utilización de ombligueros, vendas, apretadas, esparadrapos, consigue su curación? Pues NO, no se curan y ni siquiera aceleran o facilitan su curación. Por otra parte su uso no es inocuo: los esparadrapos (sean de tela, de papel o hipoalérgicos) acaban produciendo, inevitablemente, lesiones en la piel (erosiones y auténticos arrancamientos); las vendas apretadas facilitan el vómito al presionar sobre el vientre y le resultan incómodas.

¿Cuáles deben operarse y cuándo?: Las “gigantes” ( onfaloceles ) se operan pronto. Las que persisten después de los 2-3 años de edad se suelen operar a los 5 años o más tarde. Otra indicación sería que las hernias estuvieran relacionadas con otra enfermedad de base. En cualquier caso debe ser tu pediatra el que decida cuál debe operarse, cómo y cuándo.

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