PRIMERA PARTE
Para que la convivencia con tu recién nacido sea más amigable, preparamos los siguientes consejos que te ayudará a resolver tu dudas y disipará tus temores.
1.- CÁRGALO ADECUADAMENTE. Es tan pequeño y su cuerpo parece tan frágil que te atemoriza alzarlo pues temes hacerle daño. Una buena técnica para levantarlo con seguridad es pasarle las manos por debajo del cuerpo, una sosteniendo la cabeza y la nuca y otra las nalgas, mantenlas ahí por unos momentos, mientras le hablas, luego lo levantas y lo llevas hacia tu cuerpo.
2.- CÁMBIALE EL PAÑAL. Los primeros días tendrás que cambiarlo cada dos o tres horas; Los recién nacidos utilizan entre 8 y 15 pañales diarios. Tal vez resulte engorroso para ti limpiar su colita tan seguido, pero esta es la única manera de prevenir la irritación que producen los pañales. Para realizar esta tarea con los mejores resultados, lávate las manos antes de comenzar y asegúrate de tener todo.
3.- BÁÑALO CON AYUDA. Los primeros días es preferible que alguien te ayude a bañarlo, pues al principio sostener al bebé resulta complicado y es mejor tener precaución. Como en el cambio de pañal, el paso inicial es tener a la mano todos los elementos. Luego, vierte 5 cms. De agua tibia en la bañera (comprueba la temperatura con el codo), desviste al bebé y mételo lentamente al agua. Sosténlo con una mano y con la otra lavas el cuerpo. Aplícale jabón diario en las manos, las axilas, el cuello y el área del pañal y con menos frecuencia el resto del cuerpo. Una o dos veces por semana lávale el cabello utilizando sólo una gota de shampoo.
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