lunes, 23 de marzo de 2009

DENTICION



Los dientes cumplen con la función de ayudar a cortar y masticar los alimentos con el fin de que éstos puedan ingerirse sin dificultad, asimismo, son parte del aspecto del rostro y son muy útiles para hablar adecuadamente.

Dichas estructuras comienzan a formarse antes de nacer y brotan entre los 6 y 7 meses, aunque hay pequeños en los que aparecen aproximadamente a los 3 meses o, incluso, después de año y medio, sin que ello sea motivo de preocupación. La erupción de la dentadura se presenta de la siguiente manera:

Incisivos centrales: 6 a 12 meses.
Incisivos laterales: 9 a 16 meses.
Caninos: 16 a 23 meses.
Primeros molares: 3 a 19 meses.
Segundos molares: 22 a 33 meses.
El periodo en el que comienzan a brotar las piezas mencionadas es conocido como dentición, etapa que suele ocasionar molestias al bebé, como incremento en la secreción de saliva, dolor, inflamación de encías e irritabilidad.

Cabe destacar que a lo largo de la vida se tienen dos tipos de dientes:
Temporales o de leche. Comienzan a brotar a partir de los seis meses (aunque en algunos niños puede suceder antes o después) y entre los 2 y 3 años se completa una dentadura conformada por 20 piezas. Estos dientes se pierden en su totalidad entre los 6 y 7 años, pero son muy importantes porque contribuyen a mantener el espacio donde crecerán los permanentes.

Permanentes. La erupción dental definitiva comienza a aparecer entre el 6° y 7° año, e incluye 32 piezas, mismas que brotan después de las de leche, y nunca son reemplazadas, por ello, debe brindarse especial atención en su cuidado. Es importante mencionar que los molares posteriores o "muelas del juicio" pueden aparecer a partir de los 17 años o después.

Para asegurar que los niños tengan buena dentición es importante que la madre, desde la gestación, siga dieta balanceada que incluya nutrientes indispensables, como calcio (leche y derivados, sardinas enlatadas, hortalizas de hoja verde, semillas de ajonjolí y perejil), flúor (pescado, col y espinacas) y vitamina D (hígado, leche, mantequilla, huevo, queso, aceite de hígado de pescado, sardina, salmón, atún y levadura). Posteriormente, debe alimentarse adecuadamente al bebé, ya sea con leche materna o fórmulas especiales recomendadas por el pediatra y, por último, enseñarle buenos hábitos de higiene bucal. Asimismo, durante la infancia, adolescencia y edad adulta es preciso seguir dieta balanceada, la cual puede apoyarse con suplementos de calcio, multivitamínicos, complementos alimenticios y productos fortificados con calcio y vitamina D.

¿Qué hacer?
Para reducir las molestias que ocasiona la erupción de los dientes es recomendable poner en práctica los siguientes consejos:

Envolver el dedo índice con una gasa y dar masaje a las encías del pequeño, pues esto además de ayudarle a aliviar el malestar, permitirá que su boca se mantenga limpia.
Darle al bebé una mordedera ayuda a controlar las molestias, pero es muy importante que previamente se refrigere para que sea más efectiva.
Recurrir a algunos anestésicos locales especiales que se encuentran en forma de solución o gel.
Colocar un babero protegerá al niño de la irritación que puede provocar la saliva en cara, cuello y pecho.
Si el menor llegara a presentar fiebre, diarrea, vómito, somnolencia o infección en encías (se manifiesta con enrojecimiento y presencia de pus), deberá visitarse al pediatra.
Cuando brotan los dientes permanentes o las muelas del juicio, tanto los niños como los adolescentes, respectivamente, pueden experimentar dolor, ante lo cual pueden recurrir a la administración de algún analgésico.
Por otra parte, vale la pena resaltar que los pequeños pueden conservar su dentadura sana si los padres procuran los siguientes cuidados:

Evitar el consumo excesivo de azúcares.

Proporcionar adecuada alimentación e incrementar la cantidad de productos ricos en calcio.

Nunca acostar al pequeño con el biberón, ya que la leche y jugos contienen azúcar, y mantenerlos durante periodos prolongados en la boca induce la aparición de caries.
Llevar a los pequeños al dentista, especialista que seguirá la evolución de su dentición y, una vez que aparezcan todas las piezas, procederá a la aplicación de flúor (elemento que protege contra las caries dentales).

Enseñarles la correcta limpieza bucal, proceso que en los bebés se logra al frotar sus encías con una gasa; una vez que broten los dientes puede recurrirse a cepillos dentales muy suaves y, posteriormente (ya que todas las piezas hayan salido), utilizar pequeña cantidad de pasta dentífrica.

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