jueves, 2 de abril de 2009

Parto en agua, Parte II



El parto en agua ayuda al bebé en los siguientes aspectos:

Se acorta el trabajo de parto, lo que disminuye la probabilidad de sufrimiento fetal.

El bebé sale a un ambiente semejante al que ha estado durante 9 meses, por lo tanto los cambios son más suaves.

Al nacer permanece en los brazos de su madre por más tiempo después de nacido y empieza el fenómeno del apego.

Los médicos y clínicas u hospitales que permiten este método, son partidarios del nacimiento humanizado y sin violencia.

Los médicos y clínicas u hospitales que permiten este método, también favorecen el contacto constante entre la madre y el bebé.

Riesgos y requisitos para la madre:

La madre puede entrar al agua hasta después de ciertos centímetros de dilatación alcanzados, dependiendo de la evolución de la labor de parto.

Existen algunas contraindicaciones para que pueda darse el parto en agua que son responsabilidad de quien esté asistiendo el parto, por ejemplo, partos podálicos.

La espisiotomía solamente deberá realizarse en casos de extrema necesidad, pues este es un método quirúrgico y el parto en agua debe intantarse que sea lo más fisiológico posible.

No puede usarse ningún tipo de analgésico ni anestésico.

No debe dejarse a la madre sola por ningún motivo.

Deberá cuidarse que la temperatura del agua se mantenga constante.

No existe ningún riesgo cuando se observan los cuatro puntos arriba mencionados.

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