lunes, 9 de febrero de 2009

SHIATZU Y EL EMBARAZO



Shiatsu y embarazo son una buena relación ya que esta terapia oriental ayuda a tener menos molestias como dolores de espalda y problemas circulatorios. ¿Sabías que los beneficios del shiatsu durante el embarazo ya se conocen desde hace muchos siglos?

El embarazo es uno de los procesos más importantes para la mujer. Sentir como esta nutriendo y dando protección al nuevo ser que se esta formando lleva a experimentar unas emociones y sentimientos muy especiales.

El estado gestacional que se alarga durante 39 semanas y que desemboca en el nacimiento de una nueva vida produce una serie de cambios de naturaleza física, hormonal y química que pueden producir ciertas molestias y patologías más o menos graves, por lo que es conveniente utilizar todas las herramientas naturales posibles para cuidarse durante este periodo.

Sintomatología del embarazo

Una de las características más importantes del embarazo es el aumento de peso y volumen, lo que conlleva una sobrecarga de la región lumbar que suele provocar lumbalgias de distinto grado. El peso también puede provocar pinzamientos sobre el nervio ciático (ciática).

Otras patologías corrientes son vómitos, mala circulación, hinchazón de tobillos y rodillas, varices, ahogos…

En el ámbito de Medicina China podemos encontrar debilidad de Riñón, déficit de sangre o bloqueo de energía provocada porque la posición del feto que evita un movimiento adecuado de la energía ascendente y descendente del Calentador medio (zona abdomen, diafragma).

Shiatsu y embarazo

Durante el periodo del embarazo se puede recibir shiatsu para aliviar los desequilibrios que vayan apareciendo y disfrutar de un embarazo con un buen estado de salud. Una sesión normal de shiatsu es de una hora aproximada, para el embarazo efectuaremos sesiones un poco mas cortas (45 minutos). Hasta el tercer mes podemos trabajar con shiatsu en cualquier posición, después trabajaremos en posición lateral ayudándonos de cojines y mantas para que la receptora esté cómoda.

Las sesiones de shiatsu se realizan con el receptor vestido con ropa cómoda y holgada a ser posible de fibras naturales para mejorar el contacto.

Para el shiatsu durante el embarazo es importante que el terapeuta de shiatsu tenga una buena formación, bastantes años de experiencia y que la madre sienta confianza en la persona que la esté tratando. Hay terapeutas especializados en el embarazo que pueden acompañar a la futura madre durante todo el proceso, dándole rutinas especiales de ejercicios o pautas de alimentación.

Principios del tratamiento de shiatsu durante el embarazo

• Equilibrar las zonas más cargadas del cuerpo (zona lumbar, cervical, piernas).
• Nutrir la sangre y tonificar el riñón.
• Mover la energía y eliminar los bloqueos que aparezcan.
• Tonificar el Bazo y liberar la humedad del cuerpo.
Durante la sesión de shiatsu para el embarazo es muy interesante conectar con el ciclo de respiración de la paciente y presionar cuando hay expiración, con esto conseguimos una mayor relajación y un mejor efecto y profundidad; también debemos poner especial atención a nuestra presión ya que debe ser lenta, mantenida, sin trabajar con demasiada profundidad y retirándola con delicadeza y lentitud.

Es importante la calidad del contacto, ya que se debe transmitir confianza y seguridad, esto se consigue haciendo un trabajo de concentración e impregnando el tratamiento con calidez y respeto.

Durante el embarazo estamos tratando a dos personas, por lo tanto es importante trabajar para potenciar la energía original del feto, esto se consigue mediante la estimulación de ciertos puntos que tienen correspondencia con el riñón, ya que este órgano se encarga de nutrir y aportar esencia al feto (según la Medicina Tradicional China).

Shiatsu y zonas a evitar durante el embarazo

Hay ciertas zonas del cuerpo y puntos específicos que se utilizan para inducir el parto, por lo que hay que evitar trabajarlas. Estas zonas son:

• Parte superior del músculo trapecio, en especial el segundo de los cuatro puntos que se sitúan a lo largo del haz superior.
• Zona interna de las piernas, en especial un punto situado a 3 dedos encima del maléolo interno.
• La región del sacro.
• Los huecos de las rodillas.

Todas estas zonas se pueden utilizar cuando el momento del parto se atrasa y queremos inducirlo. También se puede estimular un punto del meridiano de vejiga mediante la Moxibustión para girar el feto, cuando se presenta de nalgas.

Conclusión

Recibir sesiones del shiatsu durante el transcurso del embarazo es una manera de llegar al parto en un buen estado de salud y de llevar este periodo con el mayor bienestar posible. Para el terapeuta de shiatsu trabajar durante el embarazo es una grata experiencia ya que se conecta con la nueva vida que se está formando y se puede entender mejor este maravilloso proceso.
Con el shiatsu también se puede realizar un tratamiento postparto, para que la receptora vaya reequilibrando su cuerpo y para flexibilizar y colocar la cadera.

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